
Así que cashout y a otra cosa. No me quiero jugar los beneficios y he dejado calderilla en las salas. Así también evito posibles problemas debido a las masivas retiradas de dinero que los jugadores van a hacer de aquí a fin de año.
En diciembre gastaré los puntos de las salas, jugaré microlímites y, por supuesto, gamblearé algún torneo a ver si toca.
En enero, ya se verá lo que pasa, pero todo indica que dejaré de jugar habitualmente para convertirme en un jugador ocasional en esas tardes-noches aburridas de invierno.